Rafael Espinosa * Con una guardia más,
la enfermera Daniela Gutiérrez Solís conmemora su día en el Hospital de
Especilidades "Vida Mejor", en Tuxtla Gutiérrez, capital de Chiapas.
Daniela descubrió su pasión y vocación
desde que era una niña. Hoy, con 18 años de servicio, es Licenciada en
Enfermería, médica general y tiene especialidad en Geriatría y Gerontología
Humana por la Escuela Nacional de Salud Pública de Cuba y la Unach.
Su madre estaba en desacuerdo con
ella, porque decía que era una profesión dura y muy difícil, incluso para
desanimarla la llevó a un hospital con pacientes graves, sin embargo, esta
visita, en lugar de apartarla, reforzó su deseo por ayudar a los demás.
Lo más alegre de su profesión, dice,
es recibir en tus manos a un nuevo ser y lo más triste es cuando alguien se va
de este mundo, más cuando se trata de un recién nacido.
Egresada del Instituto de Estudios
Superiores de Enfermería de Chiapas, Daniela ha trabajado en distintos
hospitales públicos de la capital a lo largo de su trayectoria.
Para ser enfermera, dice, se requiere
de vocación, humanidad, espíritu de guerrera, un gran corazón por ayudar a los
demás, pero sobre todo, añade, de una gran responsabilidad.
Cuando mis compañeras me preguntan:
Qué paciente es tuyo?
Yo contesto con una sonrisa:
Todos!
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