• Don Gilberto González Araujo
Rafael Espinosa / A sus 87 años, don
Gilberto tiene la dicha de contar con lucidez su trayectoria laboral en el
Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez. Entró a trabajar en enero de 1983, siendo
alcalde Noé Camacho Camacho, cuando las sesiones de Cabildo se resolvían con
cuatro regidores, un secretario general, un síndico y el presidente municipal.
Como hasta hoy, elaboraba en taquigrafía
las Actas de Cabildo para después transcribirlas en la antigua máquina de
escribir.
Tenía 52 años y suficiente experiencia
para redactar a una velocidad increíble, ya que como secretario había trabajado
en una agencia de autos, en un departamento administrativo de la Secretaría
General de Gobierno del Estado y más de una década en Aguardientes de Chiapas,
una empresa prolífica del siglo pasado de don Moctezuma Pedrero.
A don Gil le ha encantado siempre ser
secretario y escribir en taquigrafía, por eso el exgobernador Francisco J.
Grajales lo llevó a trabajar con él muchos años a la Ciudad de México, cuando
fue Comandante de la XVI Zona Miltar, Director del Colegio Militar y Director
de la Escuela Superior de Guerra.
Después de ese ajetreo foráneo, don Gil
ingresó a trabajar al Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez, cuando el palacio
municipal estrenaba su ubicación actual, aunque en ese entonces, dice, parecía
un edificio solariego con corredores, pilares y pérgolas.
Durante sus 35 años de servicio en el
Ayuntamiento, don Gil ha sido testigo de la modificación del cuerpo edilicio,
desde que era conformado por cuatro, ocho y el actual con 14 regidores.
Ha escrito miles de Órdenes del Día,
Acuerdos y Actas en taquigrafía a lo largo del estadio de 18 presidentes
municipales, desde aquellos que duraron el trienio completo hasta los que han
sido ediles por un día.
Descubrió su talento en la Escuela
Prevocacional donde recibía clases de taquigrafía y de escritura en máquinas
mécanicas de escribir, y no le buscó más, recuerda, de tal manera que se pasaba
en la oficina hasta deshoras de la noche cumpliendo con su trabajo.
A sus casi 90 años, don Gilberto
González Araujo, un hombre popular en palacio municipal y muy sano, continúa
escribiendo las Actas de Cabildo con su técnica peculiar que transcribe después
a computadora.
—Mientras yo tenga vida, seguiré
adelante —dice en la Sala de Cabildo frente a más de cincuenta retratos de
expresidentes municipales.
En el trienio de Juan Sabines Guerrero
cumplió cabalmente sus 28 años de servicio. Con la presidenta Rosario Pariente
tramitó su jubilación, y la administración de Jaime Valls le permitió seguir
haciendo actas por su voluntad a cambio de una remuneración.
Tiene ocho años jubilado y sigue
trabajando con mucha pasión.