• Atendida por tres jóvenes con Síndrome
de Down y una chef profesional
Rafael Espinosa / En Tuxtla Gutiérrez
existe una pequeña pero muy cálida cafetería. Quizá la única en el país que es
atendida por tres jóvenes con Síndrome de Down y una chef profesional. Es un
negocio pequeño de colores vivos y muebles de madera. El miércoles 5 de
septiembre cumple su primer aniversario.
Andrés, uno de los jóvenes, prefiere la
atención al cliente y la limpieza de los muebles. Ángel se siente más cómodo
preparando alimentos, principalmente ensaladas. Adriana le gusta hacer de todo,
aunque su fuerte es hacer aguas frescas.
Karen es la chef que atiende y supervisa
la buena operación del local; es una joven noble y risueña. Cuenta que al
principio fue un poco difícil hacer equipo, sin embargo, con el tiempo ha
logrado acoplarse. Para que le traigan los ingredientes del refrigerador
durante la preparación de un alimento, ha aprendido a pedirlos por sus
texturas, colores y formas. Por ejemplo, dice, carnes en rebanadas es el jamón,
cuadros de pan es el pan de caja, por mencionar algunos detalles. Ellos también
han aprendido acerca de la higiene, del buen servicio y modales hacia los
clientes.
Una vez, Ángel me sacó a bailar, dice
Karen sonriente. Sabe bailar tango.
—Jefa —le dijo—; ¿Puedo enseñarte a
bailar?
Karen un poco indecisa aceptó.
—Te voy a enseñar El Gran Final —. Y la
tomó del brazo.
Se les veía tomados de la mano trazando
pasos rítmicos en el pequeño espacio de luces diáfanas, a través de las puertas
corredizas de cristal. Al final de la pieza ocurrió algo muy chistoso, dice
esbozando una sonrisa, porque casi caemos cuando sorpresivamente él inclinó mi
cuerpo hacia un lado y yo quedé mirando de cabeza.
—Trabajar con ellos es una experiencia
gratificante —concluye Karen quien práctica triatlón en sus tardes libres.
Deli-DIF, nombre de la pequeña
cafetería, es un lugar gourmet donde ofrecen café, aguas naturales, licuados,
sándwiches, tortas, postres, entre otros productos del buen comer.
Patricia Cantoral, presidenta del DIF
Tuxtla Gutiérrez, está muy emocionada dándole seguimiento al proyecto, puesto
que “la idea es incluyente y un parteaguas para demostrar que los muchachos con
Síndrome de Down, pueden tener una vida productiva dentro de la sociedad”. Hoy,
martes 4 de septiembre, hará una pequeña celebración por el primer aniversario.
Los jóvenes son voluntarios de la
Asociación Civil Unidos Pro-Down, a través de un convenio con el DIF Tuxtla, y
están con el permiso de sus padres, en un horario flexible de nueve a una del
día. Andrés trabaja los lunes; Ángel martes y miércoles; y Adriana los jueves y
viernes.
Verónica Tego, directora del DIF Tuxtla
Gutiérrez, hace extensiva la invitación a los empresarios para que abran sus
puertas a la inclusión, pero sobre todo a la población para que conozca este
maravilloso espacio.
Ubicación: 16 Poniente y 1ª Norte, en
Tuxtla Gutiérrez, a un costado del DIF Municipal.
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