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miércoles, 24 de abril de 2019

“Es por tu bien, papá”


Rafael Espinosa│Don Pío Quinto fue atropellado por un taxista. Lleva 56 días en cama; tiene las dos piernas y un brazo rotos. A sus 75 años, “ya no quiere nada”. Le han salido llagas en la espalda. A veces se pone de mal humor o discute con las pocas fuerzas que le quedan; principalmente, cuando lo bañan, cambian de pañales o lo enteran de su próxima cita médica. Ya no quiere viajar en la góndola de una camioneta, en su silla de ruedas; regresa más adolorido, dice. En el taxi no se puede subir, porque no soporta el dolor al encoger el cuerpo y tampoco puede apoyarse con el brazo roto. Se preocupa más por su caja de bolear que dejó encargada el día que lo atropellaron, en el barrio 5 de Mayo. El próximo domingo tiene cita médica.

―No quiero que me lleven ―dice, envuelto en una sábana, con su barba de días.

Don Virgilio, su hijo, no sabe si respetar la decisión de su padre o llevarlo a la fuerza. La última vez, forcejeó con él cuando intentó subirlo a la silla y luego al carro. Don Virgilio ha dejado la albañilería, porque su madre no tiene las fuerzas suficientes para maniobrar el cuerpo de don Pío Quinto.

―Es por tu bien, papá ―le aconseja, tratando de convencerlo.

Doña Natividad, esposa de don Pío Quinto, no se despega de la cama, día y noche. Le da su medicina a cucharadas y se mantiene horas sentada a su lado, mirándolo, pensando en mil cosas. Ella también dejó su caja de chicles en el centro, tras el accidente.

―Tampoco yo he ido por mis cositas ―ataja con cierta preocupación.

Don Pío Quinto estuvo 27 días hospitalizado y lleva 29 en su casa. Cuando estuvo en el hospital se ponía histérico con las enfermeras, sin embargo, estas últimas se fueron acostumbrando a su carácter.

―No era así ―dice don Virgilio―; el dolor lo ha cambiado.

En ocasiones don Virgilio también se desespera. Ya gastaron más de 30 mil pesos de los cuales ya comenzaron a pagar rédito. En esta última cita necesitan mil 500 pesos para seis placas que le tomarán a su papá. Su esposa, mientras tanto, contribuye con lo que gana lavando ropa ajena.

El taxi que lo atropelló, con número económico 4217, placas DNX821A, del grupo Colosio, sigue trabajando “como si nada”. La vez pasada los hijos de don Virgilio ubicaron la unidad y estuvieron a punto de retenerla, sin embargo, alguien les dijo: “se van a meter en problemas”.

A pesar de que la Fiscalía General del Estado tiene pruebas y vídeos del accidente, no ha actuado contra el responsable.

―Hay veces que dejamos el caso en las manos de Dios ―comenta doña Natividad.


Ellos viven en la parte alta de la zona norte-oriente de la capital. Si alguien desea apoyarlos, don Virgilio deja al público su número telefónico 9211845253 y su número de tarjeta del Oxxo: 4766 8412 7182 8397. Ojalá alguna dependencia pudiera apoyarlos con una ambulancia.

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