Rafael Espinosa:
La calidad de servicios médicos de instituciones
públicas en Tuxtla Gutiérrez es de baja calidad, debido a la falta de
medicinas, la saturación de pacientes, la carencia de camas, la insensibilidad
de los médicos y la escasez de plazas de empleo para cubrir la demanda.
En un turno de seis horas, el médico atiende 30
pacientes por consulta externa normal programada, equivalente a cinco pacientes
por hora, es decir, cada 12 minutos debe conocer los antecedentes clínicos de
la persona, debe valorarlo, interrogarlo, explorarlo, diagnosticarlo y darle un
tratamiento.
Para María del Rocío Ocampo Rodas, subcomisionada
estatal de la Comisión Estatal de Conciliación Arbitraje Médico (CECAM), en
Chiapas, es muy poco tiempo y es lógico que esta saturación no significa una
buena valoración.
Es una sobrecarga de trabajo, ajeno a que a veces
cubre 100 pacientes al día por relevar la ausencia del compañero de turno. Y si
a eso, dijo, le sumas la carga emocional que trae por el tráfico, el estrés,
problemas, que cualquier ciudadano puede tener, lo cual es un factor
predisponible para desencadenar una inconformidad de la atención médica.
De acuerdo con datos oficiales, el Hospital Regional
de Tuxtla Gutiérrez cuenta con 280 médicos, 12 odontólogos, 606 enfermeras, 14
radiólogos, 41 químicos, 19 nutriólogos, 31 trabajadoras sociales y 22
paramédicos, al servicio del pueblo durante las 24 horas del día.
Tuxtla Gutiérrez tiene una población cercana a los
560 mil habitantes, de acuerdo al censo del INEGI, en 2010. En promedio, 325
mil habitantes tienen derecho a atención médica por el seguro social.
Siguiendo este orden, uno de cada dos tuxtlecos acude
al Hospital Regional, aproximadamente.
En 2009, otorgó más de 65 mil consultas externas, más
de 60 mil consultas de especialidades y registró 9 mil 598 nacimientos de
bebés, según datos de la Secretaría de Salud.
Atendió 47 mil 906 atenciones de urgencias, 8 mil 810
personas que llegaron por primera vez a consulta, más de 12 mil 600 cirugías,
334 mil 465 análisis clínicos, 18 mil 493 estudios de rayos X, 23 mil 450
hospitalizaciones y 2 mil anatomías patológicas, a través de una cartera de
servicios bastante amplia.
Sin embargo, la atención no es buena, debido a que muchas
veces los médicos tienen que hacer maravillas por la cantidad de pacientes,
reconoció Alberto Aguilar Ballinas, presidente del Colegio de Médicos General
de Chiapas (Comegech), al tiempo de revelar que la saturación sobrepasa la
capacidad de atención por parte de personal de salud, ajeno a las dificultades
de trabajar con pocos insumos y poco material.
En un recorrido, específicamente en el Hospital
Regional de Tuxtla Gutiérrez, se comprobó que debido a la falta de camas, los
pacientes adoloridos están en el suelo, sobre una silla de ruedas sosteniendo
su propio suero y otros parados, entre el tráfico de enfermeras y médicos.
En ocasiones la Cruz Roja y Protección Civil, cuando
llevan accidentados ahí, tienen que prestar sus camillas por varios días, a fin
de no dejar al paciente en el piso. Incluso, esto ha generado inconformidad,
pues las ambulancias se quedan sin esta herramienta de primeros auxilios.
Otro de los maltratos es la insensibilidad de los
médicos, pues varias mujeres han dado a luz en el baño, en los pasillos o de
regreso a casa ordenado por los especialistas, con el argumento que aún no
tienen los grados de dilatación requeridos. Estos descuidos han sido publicados
en este medio informativo.
En promedio, dos de cada cien malas atenciones
médicas son denunciadas.
Ocampo Rodas, subcomisionada estatal CECAM, reconoció
que la cultura de la denuncia en este rubro es baja.
En el 2011, la CECAM atendió 150 quejas e
inconformidades contra instituciones públicas y 36 contra las privadas. Las
mujeres son las que más acuden a denunciar, estadísticamente hablando, dijo.
Los hospitales públicos como el Hospital Regional,
IMSS, ISSSTE e ISSTECH, son los más denunciados, en ese orden.
“No es que sean malos; es la carga de trabajo”,
enfatizó.
México, dijo, tiene una población aproximada de 112
millones de habitantes, de los cuales 12 millones son derechohabitantes.
“Las instituciones (médicas) no son tan grandes para
atender a los pacientes”, puntualizó.
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