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| El consumo gradual puede llevarnos a la adicción: estudio. |
Rafael Espinosa
Cuatro de cada diez jóvenes de Chiapas, de 12 a 29
años de edad, han consumido alguna vez bebidas alcohólicas, siendo la mayoría
los hombres que las mujeres, particularmente en los municipios de Ciudad
Hidalgo, Pichucalco, Tapachula, Palenque, San Cristóbal Comitán y Tuxtla
Gutiérrez.
La Encuesta Nacional de la juventud 2010, en Chiapas,
revela que los jóvenes tienden a desarrollar un estilo de vida con conductas
más arriesgadas que otros grupos de población. Entre las conductas de riesgo se
encuentra el consumo de tabaco, alcohol y otras drogas (legales o ilegales),
que tienen el efecto inmediato de que el joven se sienta adulto.
Además, agrega el estudio, de brindarle un medio de
evadir los problemas personales, sin embargo, el consumo en exceso o la adicción a estas drogas pueden
constituirse en un peligro para la salud, tanto física, emocional y mental de
los jóvenes.
De acuerdo con el libro Drogas: las 100 preguntas
más frecuentes, de Kena Moreno, coordinadora de la obra sobre el estudio en
jóvenes, en México el consumo de alcohol se asocia con las principales causas
de muerte, entre ellas enfermedades, homicidios, lesiones en riña y accidentes,
sobre todo automovilísticos, que son la principal causa de muerte entre la
población joven en el mundo.
“El hecho de haber ingerido bebidas alcohólicas,
aumenta en más de 10 veces el riesgo de tener alguna lesión grave o morir a
consecuencia de un accidente”, demuestra el libro.
El Centro de Integración Juvenil (CIJ) de Tuxtla
Gutiérrez atiende entre 400 y 500 pacientes al año, es decir, entre uno y dos
pacientes diarios, particularmente por consumo de alguna droga ilegal, aunque
el alcohol ha sido siempre la droga de inició.
Jose Antonio Chiñas Vaquerizo, titular de la CIJ, comentó
que la mayoría de los pacientes oscila entre los 10 y los 18 años de edad,
motivo por el cual personal de la institución imparte pláticas de prevención en
escuelas, instituciones, empresas públicas y privadas.
Vaquerizo que las drogas que más consumen, de acuerdo
con los pacientes que ha recibido la institución, son alcohol, tabaco,
marihuana, inhalantes y cocaína, en este orden, dijo, al tiempo de aclarar que
el factor de riesgo son las reuniones donde hay alcohol, pues puede
relacionarse o iniciarse en otras drogas.
Los resultados de las terapias, advirtió, depende de
que si los pacientes llegan de forma voluntaria o son obligados por sus
familiares. En relación con el primer caso las probabilidades de recuperación
son altas, mientras que en el segundo existe la posibilidad de una recaída.
Aunque para evitar esto, expresó Chiñas, se implementa un programa de
prevención de recaídas, con ayuda de familiares, amigos y parientes.
La Encuesta Nacional de Juventud 2010 revela que los
jóvenes chiapanecos muestran una clara preferencia por la cerveza, ya que ocho
de cada diez reportó su consumo. No obstante, algunos manifestaron que prefieren
tequila o mezcal y licores o bebidas preparadas o refresco con alcohol, dicha
mención en más frecuente entre las mujeres.
Asimismo, informa que el porcentaje de jóvenes que sí
han consumido bebidas alcohólicas en algún momento de su vida incrementa a
medida que también aumenta el ingreso económico.
Las personas que consumen algún tipo de drogas
(legales o ilegales), según el libro Drogas: las 100 preguntas más
frecuentes, los lugares donde se consiguen con mayor facilidad son:
escuela, amigos, fiestas y discotecas. Aunque también existen algunos otros
sitios donde se acostumbra acudir para consumirla: unidades deportivas, bares,
cantinas, vecindades, etcétera.
De la misma manera aclara que contrario a lo que
muchos piensan, no es un desconocido el principal facilitador del alcohol o
alguna droga. Se sabe que la persona a
través de la cual se consigue una droga por primera vez es alguien cercano:
amigo familiar o conocido.
Hace un par de meses, Nubia Selene Domínguez Gómez,
directora de Desarrollo Integral Juvenil del Instituto Estatal de la Juventud
(IEJ), explicó que los factores son, la falta de comunicación entre los padres
e hijos, la falta de atención y vigilancia de los papás y maestros de la
escuela, así como la carencia de valores, aunque también la gente sin escrúpulo
que vende cigarros y alcohol a los adolescentes, sin que les pidan su
credencial para saber su edad.
Otra razón, dijo, es que la televisión (programas,
películas) ha hecho que el alcohol o el consumo de estupefacientes, sea 'cool' (estar
en onda), pues los muchachos no conciben ir a un lugar y divertirse sin beber.
Asimismo creen que esto es importante para integrarse a los grupos sociales.
Ante esta situación, para combatir el fenómeno, aseguró,
el IEJ tiene programas de prevención de adicciones, talleres, pláticas, a los
jóvenes de secundaria, preparatoria y universidad, así como un departamento de
prevención del delito, pues es probable que con el tiempo los consumidores
comentan algún delito.
Por otra parte, en Chiapas, Alcohólicos Anónimos
trabaja con más de 10 mil alcohólicos que se encuentran en mil grupos en la
entidad, siendo el área de la zona Centro con 545 grupos, el más grande de todo
el país, de acuerdo con la nota publicada el 7 de marzo de este año en este
medio informativo.
Esto, ajeno a la cantidad de albergues o anexos de
internamiento destinados para la recuperación de enfermos (cuya edad es
variada) en etapa crítica o simplemente porque son llevados por sus familiares.
Chiñas Vaquerizo, director del Centro de Integración
Juvenil (CIJ), en Tuxtla Gutiérrez, comentó que en Europa a diferencia de
México se acostumbra a ingerir alcohol en las comidas, incluso hasta seis
cervezas en el día, mientras que en nuestro país tomamos en una ocasión todo lo
que no tomamos en la semana.
De acuerdo con la nota fechada el 7 de marzo de este
año y firmada por Elam Náfate, reportero de este rotativo, de 33 ingresos
diarios al área de urgencias del Hospital Regional "Rafael Pascacio
Gamboa", 15 de ellos están relacionados directa o indirectamente con el
alcohol (accidentes, riñas, etcétera).
Los funcionarios consultados coincidieron en que este
fenómeno juvenil se debe a varios factores, entre los cuales destacan
desintegración familiar, falta de atención y comunicación por parte de los
padres e hijos, así como algunos programas televisivos, entre otros.
Por ello, las instituciones gradualmente refuerzan
los programas de prevención de adicciones, talleres, pláticas y otras campañas,
en escuelas públicas y privadas, empresas, instituciones e imparten terapias a
las personas que tienen problemas de alcoholismo.
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