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miércoles, 24 de octubre de 2012

Baches, agujero financiero




Rafael Espinosa:

El tema de los baches se ha vuelto "eterno" en Tuxtla Gutiérrez. El coste de los trabajos ineficaces en los últimos tres años se estima en 484 millones de pesos, y hasta es poco. En temporadas electorales, los candidatos a la presidencia municipal priorizan y prometen solucionar este problema que, hasta ahora, nadie ha podido resolver. Inclusive, si no se atiende de raíz, continuará siendo tema y reclamo general "por los siglos de los siglos", advierten especialistas.
Especialistas en ingeniería aseguraron que la problemática tiene solución, a través de un proyecto integral, con el cual las administraciones municipales descansarían por los menos unos diez años. Leyes Constitucionales -aún no legisladas en el Estado- dictan que el Ayuntamiento debe pagar los daños ocasionados a los automóviles por los baches, debido a la omisión de responsabilidad de las autoridades correspondientes.
La inversión en bacheo y encarpetamiento en Tuxtla Gutiérrez, del 2009 a la fecha, por parte del Gobierno del Estado y del Ayuntamiento capitalino, equivale al presupuesto de más de una ciudad rural sustentable como la de "Santiago El Pinar", el cual tuvo un costó de 394 millones de pesos.
Fuentes oficiales informaron que en 2009, el Gobierno del Estado adquirió dos máquinas llamadas "Dragón", que resolverían los baches de las calles de la capital y de Tapachula, particularmente.
Cada una tuvo un costo de 56 millones dos mil 987 pesos, que en total sumó 112 millones cinco mil 974 pesos, cuyas unidades fueron adquiridas a la empresa Impulsora Mexicana de Comercio y Construcción S.A. de C.V., revelaron las fuentes.
De acuerdo con información oficial, durante la administración del presidente municipal Jaime Valls Esponda, se destinó 200 millones de pesos para el bacheo de Tuxtla Gutiérrez.
En enero de 2012, Seth Yassir Vázquez, otrora alcalde de Tuxtla Gutiérrez, programó una inversión de 100 millones de pesos y el despliegue de 14 brigadas de intensas jornadas laborales.
Invirtió en programas de bacheo emergente ante la presión del pueblo, incluso se usó el sistema de reparación Jet-Patchert, una máquina especial de alta presión para tapar los agujeros.
En su momento, este medio informativo denunció que el "Dragón" estaba abandonado en una carretera que conduce hacia el municipio de Huixtla, en la costa de Chiapas; sin embargo, el 10 de septiembre de 2012, a través de un comunicado, el Gobierno del Estado activó nuevamente las máquinas.
Anunció que los dos Dragones y 50 constructoras trabajarían en la rehabilitación de calles con baches y en el reencarpetamiento, en Tuxtla Gutiérrez, con una inversión superior a los 72 millones.
Durante generaciones los baches se han convertido también en un agujero financiero; y continuará si no se ataca de raíz el problema, advirtieron expertos en ingeniería.
Rogelio Tamayo Carboney, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de Chiapas (CICCh), resumió que el problema obedece a muchas condiciones, es decir, "un mal proyecto, no hubo proyecto o no se contemplaron las características donde se hizo el pavimento".
"Si haces el corte, rebajas, no compactas bien, metes relleno y no llevas control de calidad; es la tormenta perfecta", comentó.
También se debe invertir debidamente los recursos económicos necesarios, cumplir las especificaciones y objetivos para que el trabajo dure el tiempo necesario; no obstante, "vamos al revés, primero hacemos el trabajo, luego vemos cuánto nos cuesta y después vemos si lo hicimos bien o mal. Si lo hicimos mal ni modo, total es un bache y los baches siempre salen; pero los baches no tienen por qué volver a salir", resumió.
Para Carmen Gordillo Ruiz, presidenta del Colegio de Arquitectos de Chiapas (CACh), el bache se genera a raíz del tráfico, la humedad y la mala calidad de los trabajos; se tapa toda la absorción del suelo con la pavimentación, sin dejarles desagües suficientes.
Tanto Tamayo Carboney y Gordillo Ruiz están en desacuerdo en parchar con concreto los agujeros de las calles, como se están haciendo actualmente, debido a que son materiales distintos.
"Tienen diferente elasticidad y comportamiento; se produce una fisura entrambos y vuelve el bache", comentó Carboney, al tiempo de anticipar que no es recomendable.
Gordillo Ruiz sostuvo que el concreto es rígido, de modo que con el tránsito de los vehículos el concreto quedará resaltado y el asfalto de alrededor se hundirá.
"El problema es abajo", reflexionó. 
Por su parte, Francisco Alberto Alonso Farrera, director de la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach), coincidió -con los dos expertos anteriores- que es necesario un estudio técnico para determinar las causas reales y después solucionar el problema de raíz, aunque el estudio (el cual podría llevar dos años) requiere presupuesto.
"Hay que estudiar factores geotécnicos, geofísicos, hidráulicos, por mencionar algunos", señaló.
Otro de los errores actuales en la reparación de baches, dijo Rogelio Tamayo del CCICh, es que le quitan el material, lo dejan abierto, le llueve y ya no sirve. En las próximas lluvias vuelve el problema.
"Al agua hay que tenerle mucho respeto; es como una dama, hay que dejarla pasar. Le pongo un subdren o pedraplén para que el agua no afecte y humedezca el pavimento", explicó, al tiempo de anticipar la necesidad de un análisis previo para conocer de dónde viene la humedad, a fin de que el suelo no reblandezca y dañe debajo del pavimento.
Carmen Gordillo, presidenta del CACh, sugirió que otra de las alternativas es canalizar -mediante drenes pluviales- las bajadas de agua de los cerros y evitar que los ciudadanos o el propio Ayuntamiento rompa nuevamente la calle pavimentada para la instalación de un drenaje u otra cosa, pues luego, dijo, lo tapan pero no queda igual.
Otra opción, recomendó, es que en las colonias se podría construir rampas de concreto y piedra para que el suelo absorba el agua, es decir, las rampas sólo para las rodadas de las llantas y las piedras, compactadas entre los rieles, filtren el agua.
Con esto, anticipó, evitaríamos corrientes de agua y accidentes de tránsito, debido a que los automovilistas estarían obligados a circular despacio.
"Si nos damos cuenta, en estas calles no corre cantidad de agua", recordó, al tiempo de comentar que algunas colonias tienen este sistema.
Rogelio Ramayo, titular del CCICh, señaló en una gráfica que la construcción, conservación y recuperación (inversión-tiempo-recuperación), es un claro ejemplo de los cambios que pueden presentar una carretera, de acuerdo con estudios especializados.
Explicó que si invertimos en la "construcción" para diez años, al llegar este plazo tenemos que inyectarle recursos para su "conservación", pero si lo dejamos pasar, la línea horizontal de mantenimiento del pavimento comienza a caer, de tal suerte que cuando queremos levantarlo el costo de "operación" es más caro. 
"Y esto es lo que ha pasado en Tuxtla Gutiérrez; se olvidan del mantenimiento y por eso no hay dinero que alcance", conjeturó, al decir que a este programa de control se le llama "Administración o Gestión de Pavimento".
Con este plan ahorraríamos muchísimo, ya que "sale cien veces más caro el costo de operación que el costo de construcción".
Lo peor de todo, agregó, es que el costo de operación es el que todos pagamos, pues por un bache se ponchó la llanta del carro, se desvencijó el amortiguador o la rótula, o nos accidentamos por evitarlo.
El artículo 113, título IV, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, De las Responsabilidades de los Servidores Públicos y Patrimonial del Estado, dice: La responsabilidad del estado por los daños que, con motivo de su actividad administrativa irregular, cause en los bienes o derechos de los particulares, será objetiva y directa. Los particulares tendrán derecho a una indemnización conforme a las bases, límites y procedimientos que establezcan las leyes.
Esta ley aún no está legislada en el Estado, comentó un abogado. Si la estuviera, dijo, el Ayuntamiento o el Estado tendría la obligación de reparar los daños causados a los automóviles por los baches, incluso, abundó con otro ejemplo, si eres asaltado y herido en una calle oscura podría también podría pagar tus gastos médicos por falta de alumbrado público o lámparas fundidas.
Por otra parte, el artículo 47 del reglamento de Construcción para el municipio de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, en el título IV de Servicios Públicos Municipales, en el apartado II de Pavimentos, dice: Sólo se admitirán en las calles de Tuxtla Gutiérrez los pavimentos de tipo rígido, esto es, los de concreto hidráulico.
Continúa: Se admitirán los empedrados siempre y cuando cumplan con los materiales requeridos o los de carpeta asfáltica, en este último caso, previo acuerdo especial del Ayuntamiento.
Rogelio Tamayo Carboney exhortó a que la gente reconozca que cuando se hagan los estudios verdaderos los trabajos serán duraderos, pues al escuchar los presupuestos la población prefiere un parque, además, dijo, exige resultados inmediatos.


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