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jueves, 25 de febrero de 2021

La tenacidad de Carlos Julián


Rafael Espinosa / Carlos Julián es invidente. Al año y siete meses de nacido le detectaron cáncer en la retina, por lo que le desconectaron los nervios de la vista para salvarle la vida.

Desde entonces, visualmente, nada conoce de este mundo, en cambio ha agudizado los demás sentidos. Viaja en colectivo. Utiliza como referencia el ruido de alguna empresa, baches, curvas, topes y hasta el aroma de alguna cocina o restaurante, para pedir la parada.

Anteriormente, le apenaba preguntar en qué parte de la ciudad viajaba. El chofer del colectivo se olvidaba de bajarlo en el punto que él pedía, por lo que se perdió muchas veces.

---¡Todo por no preguntar! ¡Todo por no preguntar! ---se recriminaba, dándose golpecitos con el puño en la frente. Al fin tenía que preguntar y avanzaba tomándose de las paredes.

Desde la infancia aprendió a reconocer el día por el calor, el ruido de los coches y las conversaciones de la gente; y la noche por el silencio, el canto de los grillos y el fresco del sereno.

Sueña el río, el mar, automóviles y todas las cosas, de acuerdo con lo que ha identificado con los demás sentidos; los contornos, figuras, texturas, aromas, ruidos y sabores.

Sabe leer y escribir en braille desde que era niño. Estudió la primaria, secundaria, preparatoria y actualmente es Licenciado en Derecho. Sabe tocar guitarra, la batería, juega ajedrez, ha ganado medallas en atletismo para personas con discapacidad y recibió el Premio Estatal de la Juventud en 2015.

Actualmente, trabaja como guía, especializado en explicar la vida del Terodáctilo hace millones de años, en el 𝘚𝘣𝘦𝘦𝘭 𝘋𝘪𝘯𝘰𝘴𝘢𝘶𝘳𝘪𝘰𝘴, en el Museo Chiapas del Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación del Estado de Chiapas.

Al principio se negaba a usar bastón, para que la gente no se diera cuenta, dice, de que sufría alguna discapacidad, aunque hoy, con madurez, a menudo acepta utilizarlo. Le ha gustado ser independiente. Sus padres siempre le trazaban el camino que andaría ordinariamente y después él pedía caminar solo. Su familia siempre lo trató como si no padeciera alguna discapacidad.

Disfruta de la soledad de su habitación, escucha música romántica. Algún tiempo consumió cervezas con sus compañeros de la Preparatoria y la Universidad para sentirse parte del grupo, sin embargo, con el tiempo entendió lo innecesario de esta conducta.

Como todo ser humano, sufrió depresión por su discapacidad. ¡Si yo pudiera ver!, se decía y lloraba. Hoy, en sus ratos libres, escucha audiolibros, escribe y se comunica con sus familiares, amigos y compañeros de trabajo, a través del teléfono celular inteligente que lee mensajes.

A nadie le guarda rencor por la vida que le ha tocado vivir, al contrario está agradecido con todos aquellos que, con buenas o malas intenciones, lo han hecho fuerte. No hay mejor vida que la que me ha tocado vivir, puntualiza.   

Nota:

Estudió en la Escuela de Educación Especial

Escuela Primaria Cámara Nacional de Comercio

Secundaria Técnica 59 Profr. Jorge Alfaro Nigenda

Preparatoria No. 1 del Estado

Instituto de Estudios Superiores de Chiapas

Upsum Tuxtla

Todas en #TuxtlaGutiérrez, #Chiapas

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