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miércoles, 20 de noviembre de 2019

Raymundo y Radio Ombligo



Rafael Espinosa │”Radio Ombligo” fue el programa infantil más querido en la historia de la radio en Chiapas. Sonaba todas las mañanas en el automóvil, la cocina, el trabajo y en cualquier lugar donde se escuchara una de las 14 estaciones de la red del Sistema Chiapaneco de Radio, Televisión y Cinematografía.

Durante 17 años al aire, atrapó la imaginación de niñas, niños, hombres, mujeres y ancianos, a través de inolvidables personajes como El Zopilote, La Gaviota, El Tortugo, Ratadeule, La Vaca, Kalimán, Oscarito, Gerasio Contreras y Doña Eulalia.

―¿Y en dónde están todos ellos?

―Esperan impacientes en el Cerro del Rebote ―repone con añoranza Raymundo Zenteno Mijangos, autor de Radio Ombligo.

Desde una noche antes hasta la madrugada, Raymundo escribía cuentos y poesía acerca de los valores cívicos, ciencia, música, literatura, teatro, cine, salud, deporte, que preparaba para el programa del día siguiente.

A lo largo de tres mil 500 transmisiones, Radio Ombligo ganó cuatro primeros lugares de la Bienal Internacional de Radio. Además, Raymundo Zenteno recibió un reconocimiento de manos de Michel Obama, en la Casa Blanca, Estados Unidos, por el contenido de su programa.

Ha escrito dos libros de cuentos; de uno de ellos extrajo el nombre de Radio Ombligo, precisamente de un cuento sobre una estación de radio con ese nombre, cuyos animales fantásticos charlaban con la audiencia.

Egresado de la Escuela de Escritores de México, el también pintor y algo de poeta, cuenta que el personaje El Zopilote surgió como seudónimo en un concurso de cuentos en el cual participó como Raymundo Zopilote.

―Pero, ¿por qué Zopilote?

―Desde niño siempre me gustó ver el vuelo de los zopilotes en los cielos.

Cuando tenía once años, sus padres decidieron abandonar su natal Bochil, Chiapas, para mudarse a una casa chica de la Ciudad de México. La añoranza de su amplio patio, de la convivencia con animales silvestres y bosques virginales, influyeron para dedicarse al sector infantil.

Durante los 25 años en la Ciudad de México, exploró la carrera en Ingeniería Petrolera, Ciencias de la Comunicación, hasta que finalmente en la Escuela de Escritores de México descubrió su pasión por los cuentos infantiles.

A los 36 regresó a Chiapas. Se dedicó a la promoción de la lectura, a través de un programa de Coneculta, cuyo personaje, Jartum, entre mago y poeta, se dedicaba a enviar epístolas a los niños chiapanecos.

El niño que contestaba la carta recibía un libro que tenía que leer y enviar un resumen del mismo a Jartum quien le mandaba otro libro. Hubo niños que leyeron hasta cuatro libros.

―¿Y por qué se suspendió Radio Ombligo?

―Por falta de presupuesto del gobierno ―resume Raymundo.

Suman siete meses que Radio Ombligo se retiró de la barra programática con la esperanza de que el Zopilote, de gabardina negra, y la elegante Gaviota, vuelvan al aire.

Aunque los personajes esperan impacientes en el imaginario Cerro del Rebote, Raymundo vive en alguna parte de Tuxtla de Los Conejos, en una casa con árboles frondosos, puertas de madera, sala desenfadada y luces tenues.

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