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domingo, 24 de febrero de 2013

Alertan crecimiento desordenado, en Tuxtla Gutiérrez



Rafael Espinosa:

Con la venta fraccionada de ejidos en facilidades de pagos podría repetirse la historia de hace cuatro décadas en Tuxtla Gutiérrez, es decir, un crecimiento poblacional desordenado con servicios públicos deficientes, debido a que muchos no pagan impuestos prediales en detrimento a las arcas del municipio.
Hace años los ejidatarios dividieron y vendieron sus parcelas "sin buscar los mecanismos de la Ley Agraria, que consiste en desincorporar la tierra social e incorporarla al desarrollo urbano", recordó Arturo Orta, delegado federal de la Procuraduría Agraria en Chiapas.
Esta expansión poblacional desordenada se refleja en calles truncadas, casas sobre cauces de los ríos o en zonas de riesgo, avenidas angostas o anchas, en inundaciones, bosques destruidos, así como fugas de agua o de drenaje en puntos distintos de la capital.
Actualmente algunas partes de los ejidos Copoya, Terán, Francisco I. Madero, Emiliano Zapata y Plan de Ayala, están regularizados. Y muchos habitantes se mantienen bajo el régimen agrario.
La Comisión de Regularización de la Tenencia de la Tierra (Corett) supone que el Ayuntamiento desconoce realmente el número de pobladores asentados en tierras ejidales que no pagan predial.
La Dirección de Tenencia de la Tierra de Tuxtla Gutiérrez se negó a hablar sobre el tema, incluso a la Dirección de Comunicación Social del Ayuntamiento se le pidió información o una entrevista desde hace varios meses, sin obtener respuesta positiva.
Para Jorge Manuel Rivas Peña, director de la Dirección de Catastro Urbano y Rural de Chiapas, la población que tiene 15 ó 20 años asentada en estos sitios es imposible de sacar, lo único que le queda al Ayuntamiento es hacer programas de regularización a través de la Corett.
Arturo Orta coincidió con Rivas Peña al decir "que los asentamientos de varios décadas que están en tierra social deben ser regularizadas a través de la Corett".
Cuando hay núcleos ejidales en zonas conurbadas o en ciudades capitales, se debe desincorporar la tierra social e incorporarla al desarrollo urbano para efectos de que no haya un crecimiento anárquico poblacional, agregó Orta.
Por otro lado, la Ley Agraria no establece disposición alguna por el fenómeno que se está dando, no se puede sancionar o castigar. Únicamente el Ayuntamiento está facultado para aplicar la normatividad a través de sus direcciones correspondientes, pues "ahí se comete una irregularidad y tiene que aplicarse el Estado de Derecho", reflexionó Orta.
A la fecha, el Ayuntamiento sufre un agujero financiero con la población asentada en ejidos que no paga predial u otros impuestos. Entonces, el municipio no puede devolverles servicios públicos de calidad que tanto demandan estos asentamientos, resumió por su parte Jorge Manuel Rivas.
"La compraventa de tierra social, aun dentro del ámbito agrario, es un acto jurídico prohibido por sí mismo, porque están poniendo en venta un terreno social no desincorporado de régimen ejidal", reiteró Orta.
El delegado de la Procuraduría Agraria aclaró que los ejidos colindantes de Tuxtla Gutiérrez, entre ellos Terán, Plan de Ayala, Francisco I. Madero, Copoya y Emiliano Zapata fueron beneficiados con el programa de certificación, lo cual no significa que los asentamientos humanos existentes estén regularizados.
"Se tendría que hacer un censo con la autoridad competente para determinar si esos asentamientos están dentro de tierra ejidal", aclaró Orta.
El Ayuntamiento debe ejercer a plenitud sus facultades y frenar el crecimiento anárquico o el crecimiento irregular, el cual en cinco años o diez va a demandar servicios públicos.
Con esta situación, agregó, el municipio se verá afectado al no contar con la generación de recursos como son pagos de predial y originará una población molesta con la autoridad, cuando el problema de origen fue una venta irregular de superficie social que no fue incorporada adecuadamente al desarrollo urbano sostenible y ecológicamente sustentable, situación que no se da en los hechos.
"Quien quiera tener una superficie y vea un anuncio de se venden lotes de 10x20 en abonos mensuales, que tenga precaución de verificar que ese predio no se trate de tierra ejidal, porque difícilmente podrá tener escritura que le ampare el patrimonio; no se deje sorprender recibiendo un recibo de puño y letra", advirtió el delegado Arturo Orta.

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